¿Os acordáis de esto?
Quizá los más jóvenes que pasan por aquí no tengan ni idea, pero los mayorcitos tal vez lo recuerden de su niñez. Estas tarjetas eran frecuentes y las entregaban los trabajadores de los distintos oficios cuando llegaban estas fechas. Visitaban las casas de los clientes y se las entregaban para recibir algún pequeño aguinaldo en reconocimiento a los servicios prestados durante todo el año.
A finales de los años 70 esta costumbre desapareció, pero ya tenía un siglo y medio de existencia.
La idea surgió a través de un periódico en el que los trabajadores imprimieron unas tarjetas de felicitación para sus lectores , y esto gustó tanto que a cambio decidieron darles un aguinaldo.
En las décadas siguientes la idea se extendió en el resto de los oficios y durante el franquismo obtuvieron su mayor éxito.
Al principio eran en blanco y negro , luego ya se introdujo el color.
Como se puede ver tenían una ilustración relacionada con el oficio en primer plano, después se añadían motivos navideños y una leyenda con la felicitación.
Algunas añadían también alguna poesía relacionada con el oficio
Curioso ¿verdad?
Preciosas tarjetas. Me ocurre de ellas. Un beso
ResponderEliminarLo recuerdo perfectamente. Incluso me acuerdo de un guardia de circulación rodeado de aguinaldos de los coches que pasaban, mientras dirigía el tráfico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonitas estampas , yo las recuerdo de verlas en casa de mis padres y algún pequeño recuerdo de ir a las casas el cartero y el que barre las calles a pedir el aguinaldo ..Es una pena que esa costumbre se haya pasado como tantas otras que en estas fechas se echa de menos ..
ResponderEliminarPero mira tu entrada ha traído mucha nostalgia y buenos actos ..Gracias RITA .Un fuerte abrazo feliz noche .
Son hermosas!!! Anda, Rita... Ya no hay trato personal, menos detalles lindos como esos. No me tocó verlas. Solo enviar y recibir muchas de felicitación de amigos y familia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonitas son todas las estampas, si que me parece recordar que pasaban por las casa y se les daba una propina, que bonito es recordar esos tiempos, en ellos estaban mis padres. Un abrazuco
ResponderEliminarQue lindas tarjetas y que lindo es recordar aquellos tiempos.... Saludos amiga.
ResponderEliminar¡Qués postales más chulas! No las llegué a conocer pero tengo alguna parecida en mi colección de postales, de hecho soy de las que aun envían postales de lugares donde voy, como a mí me encanta recibirlas pues me gusta enviarlas.
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Son preciosas, pero yo no me acuerdo de esto. Se ve que en mi casa, barrio, pueblo y ciudad... esto no se estilaba, jajajajaj.
ResponderEliminarQué bonitas tarjetas vintage, en mi casa llamaban a la puerta y se les daba un aguinaldo.
ResponderEliminarRecuerdos que hicieron historia.
Un abrazo.
¡Qué de recuerdos entrañables!
ResponderEliminarAlgunos sí los conocí, otros no, pero en mi casa se hablaban de ellos y mi madre tenía guardadas en una cajita, como las del sereno, el basurero, el repartidor, etc...
El cartero, como casi todos los días venía, teníamos un cierto trato, ya no se reciben cartas, ahora es ordenador y whatsapps o móvil...todo evoluciona y se pierden los tratos...
Por eso me alegro que hayas traido estos recuerdos de un tiempo pasado y añorado en lo humano. Genial, me gusta mucho.
Besos.
Qué bonitas ¡¡¡¡ yo recuerdo que mi madre le daba aguinaldo a alguien no sé si basurero o regadores, no lo sé, pero no eran estas tarjetas, me acordaría. Por otro lado ahora la cosa está como para abrir la puerta a extraños.
ResponderEliminarUna entrada muy bonita.
SAludos.
Son todas preciosas, yo recuerdo que la última que trajeron fue la del barrendero. Un abrazo Rita
ResponderEliminarYo las recuerdo perfectamente, como si fuese ayer, un pasado con felicidad.
ResponderEliminarFelices Fiestas.
Besos
Se perdieron las tarjetas y también algunos de aquellos oficios tradicionales.
ResponderEliminarLos tiempos cambiaron y ahora los trabajos son demasiados sofisticados con excesivo teclado, terminología cambiante y poco trato con las personas de carne y hueso.
Ahora llamar a cualquier sitio para informarte de lo que sea y te tiras media hora oyendo una musiquita en vez de ser atendido por una operadora.
Así es la vida.
¡Felices Fiestas!
Ya lo creo que lo recuerdo. En casa de mis padres llamaban a la puerta y era el cartero, el farolero, el basurero, etc., quien nos felicitaba las fiestas con estas felicitaciones, en cuyo reverso que había un pomea. Ese "aguinaldo" era la propina de todo un años por sus servicios.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho recordarlo.
Un abrazo.
Qué grandes recuerdos!!.
ResponderEliminarUn tiempo entrañable .
Un beso.
Recuerdo muy bien esos años y me han encantado las postales.Besicos
ResponderEliminarQué hermosos diseños, una verdadera reliquia.Recuerdo que el recolector de residuos repartía una tarjeta con una saludo para las fiestas,a cambio de alguna propina, pero no tenía ilustraciones tan artísticas.
ResponderEliminarMe encantó conocer el origen de tan curiosa tradición.
Un abrazo.
¡Oh Rita! ¡Qué preciosidad! Qué bonitas, me encantan. Muchos besos preciosa :D
ResponderEliminarTambién recuerdo algunas tarjetas parecidas a esas, era una tradición que se fue perdiendo poco a poco.
ResponderEliminarAbrazo.
Recuerdo el hecho de cuando llamaban a la puerta el cartero, el basurero... y no sé si había alguno más. Puede que sí, pues creo recordar que ya el tercero o el cuarto no daban tanta "gracia".
ResponderEliminarPero no eran este tipo de tarjetas, eran las clásicas blancas de visita. Aun que puede que tuviesen texto navideño.
Gran abrazo Rita. Bonito recuerdo.
Ohh q bonitos recuerdos!!!
ResponderEliminarNo lo recuerdo, pero me encantan estas tarjetas.
ResponderEliminarUn beso Rita.
Me encantas vos y tu blog traen sonrisas a mi alma
ResponderEliminarMuy original lo que nos has traído Rita. No me canso de mirarlas. Al vivir en un pueblo no las conocí pero me parecen muy peculiares. Un beso.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarQué preciosas, yo las recuerdo porque mis padres las tenían.
Feliz martes.