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Queridos amigos y visitantes, como bien habéis podido comprobar
llevo más de un mes sin escribir. No ha sido por falta de ganas, pero el exceso
de trabajo ,las obligaciones familiares y también mis antiguos problemas con la
visión, me han tenido un tanto "secuestrada". Ya me encuentro un
poquito más relajada y mejor, aunque lo de los ojos terminará en operación ,
seguramente, pero no es algo grave y será más adelante.
Os agradezco
el interés que habéis demostrado muchos de vosotros al no verme por aquí. ¡Ya
estoy de vuelta! Dispuesta a retomar la actividad y a o ponerme al día poco a
poco.
Os dejo, para empezar este pequeño relato de una" lengua
desatada", que espero os resulte entretenido.
LA
LENGUA DESATADA
Carmencita
llevaba trabajando en el restaurante bastantes años, y durante todo ese tiempo
había soportado infinidad de humillaciones por parte de doña Adela, una
jefecilla de tres al cuarto que se creía más lista que nadie y cuya única
táctica para imponer respeto y disciplina en el trabajo eran los gritos y
descalificaciones.
Carmencita ya
estaba cansada de aguantar improperios. "Un día de éstos la voy a soltar
cuatro cosas, un día de éstos no me voy a contener y la vamos a tener gorda, un
día de éstos...", se decía a sí misma, pero ese día nunca llegaba, y la
buena de Carmencita tragaba y tragaba sin rechistar.
Sin embargo la
cuerda cada vez se tensaba más y solo esperaba el momento oportuno para
estallar y liberar su tensión. Y ese momento llegó el día que doña Adela acusó
a su camarera de haber llegado tarde al trabajo. ¡A ella, que siempre había
cumplido religiosamente con el horario!.
Aquella si fue
la gota que colmó el vaso, y Carmencita estalló esta vez en un arrebato de ira sin
precedentes. De su boca empezaron a salir todos los reproches que llevaba
acumulados de mucho años atrás. Su lengua se soltó como si tuviera vida propia,
de tal manera que no solo expuso las quejas que llevaba acumuladas año tras
año, sino también todo lo que pensaba de
su jefa, sin dejarse nada. Se vació por completo, dejando al descubierto sus
pensamientos y reproches como si la hubieran abierto en canal.
Mientras
tanto, doña Adela no daba crédito a lo oía. De la impresión se quedó muda y
anclada en el suelo. Sin mover un solo músculo, mientras su rostro iba cambiando de color,
rojo, verde, blanco, amarillo... Cuando recuperó el habla lo único que acertó a
decir fue:
-¡Queda usted
despedida!
Y Carmencita,
sin pensárselo dos veces, se quitó el mandil, lo tiró con rabia al suelo y
salió por la puerta con la frente bien alta, como los toreros cuando hacen una
buena faena.
Ya en la
calle, y cuando recuperó la compostura, quedó admirada de sí misma y aquella
valentía que había salido no sabe de dónde. Felicitó a su lengua por haber
sabido poner las cosas en su sitio, aunque ella no le hubiera dado permiso para
ello, y comenzó a andar, con paso firme y decidido, aliviada del peso que
cargaba a sus espaldas desde hacía tanto tiempo.
Independientemente de la historia que disfruté leyendo, quiero darle la bienvenida nuevamente y le deseo lo mejor en sus ojos.
ResponderEliminarQue tu regreso sea vigente y con muchas ganas de seguir brillando como siempre.
.
Feliz domingo
Abrazo
.
Pensamientos poéticos y ensueños
.
Muchísimas gracias, Ricardo. Estoy muy contenta de estar de nuevo por aquí, con esta gran cantidad de amigos.
EliminarUn abrazo
Olé, que a gusto se ha quedado, no hay derecho a que le traten a uno así en el trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
No hay derecho, pero hay muchos que se creen con él, y a esos les viene bien un repaso de ve en cuando, je, je.
EliminarUn abrazo, Ángel
¡Qué buena historia, Rita! sobre todo el desenlace, que fue lo que más me gustó. Y es que no es posible aguantar callada tantas maldades e injusticias. Me pongo en el lugar de esa camarera, y yo hubiera hecho lo mismo. Felicito tus letras, y me alegro de volver a verte por estos lares, invitándote nuevamente a mi blog "Joyas de mi alma". Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ingrid, yo también me alegro mucho de verte por aquí. Iré a visitar tu blog.
EliminarUn abrazo
Excelente historia, cuando el vaso se desborda, estalla la acción y la palabra, chapó por la camarera.
ResponderEliminarNo sabes como me alegro de que estés mejor Rita, te echaba de menos amiga.
Cuídate mucho, el tema de la vista es problemático, pero veo que lo has superado.
Feliz dímingo.
Un fuerte abrazo
Estoy mejor, pero todavía no está superado. Pero bueno, lo importante es que me he ouesto las pilas y aquí estoy otra vez.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Carmen
Un fuerte abrazo
Para mí es una triste historia porque la mía fue muy similar en mi trabajo pero en vez de jefa eran tres jefes que me hicieron la vida imposible durante 21 años y medio y si contestaba a algún grito la cosa era peor así que me callaba y eso repercutió mucho en mi salud y caí de baja que fue la causa del despido. Trás dos años de una gran depresión me recuperé y me sentí libre, la historia es mucho más larga pero prefiero callarlo.Me alegra de que te encuentres mejor.Besicos
ResponderEliminarSi es difícil aguantar a un jefe con malos modos, no me quiero imaginar lo que debe ser aguantar a tres. En cualquier caso no merece la pena enfermar por ello. La salud es lo primero.
EliminarUn abrazo muy grande, Charo
Hola Rita, siento lo que te esta pasando y en parte me alegro que no sea nada grave, poco a poco te iras recuperando y la operación veras que todo va bien.
ResponderEliminarLa historia es muy real y con la que me siento muy identificada, aunque yo no pude desahogarme como Carmencita y durante muchos años tuve que tragar ya que estaba completamente sola, pero hay personas que no tienen nada de humanidad y se piensan que los demás somos sus criados, al menos podían decir y pedir las cosas con un poquito de educación que no cuesta nada y se gana mucho.
Me alegro que estés de nuevo con nosotros, cuídate mucho.
Besos.
Tienes toda la razón. Yo creo que para ser jefe de algo deberían exigirse unos requisitos con realción al trato a los empleados, y uno de ellos, el más importante es el de la educación y el respeto. Eso dice mucho de un buen jefe y de otro que no lo es.
EliminarUn abrazo, Piruja
me deleitas siempre Arriba ese ánimo
ResponderEliminarMuchas gracias, Recomenzar.
EliminarUn besito grande
Ante todo lo primero, Rita que esa visión lo más pronto posible tenga su capacidad ocular y te encuentres estupendamente y en cuanto a la historia, no sorprenden estas cosas, ya que suceden cada hora, cada día. No obstante me encantado esa trama muy bien tejida como sueles realizar, tú con tu manera peculiar y artístico que tienes, amiga.
ResponderEliminarAbrazos gigantes y ánimo con esos ojos...
Estas cosas, aunque sean frecuentes, no dejan de ser detestables, y los empleados están en su derecho de exigir que se les trate con respeto y educación. Claro que, el jefe que no lo hace, se está colgando él mismo el cartel.
EliminarMuchas gracias, Joaquín, por tu visita y por tus buenos deseos.
Abrazos qigantes que van de vuelta
Una historia que se repetía antes mucho, hoy en día hay que cerrar la boca porque no hay donde elegir y se aguanta y se aguanta por una minucia de sueldo.
ResponderEliminarMe alegra tu vuelta, yo también he pasado por algo mucho peor y aquí estoy. Cuídate la vista, ya sabes, dos ojos par toda la vida.
Un abrazo
Yo también me alegro de tu mejoría, Airblue. Hay que seguir luchando y tirar adelante. Y tienes toda la razón, la historias ,desgraciadamente, muy frecuente, y muchas veces se tienen que callar los empleados para no perder el trabajo, tan difícil hoy en día.
EliminarUn fuerte abrazo
Más vale hablar claro desde el principio. Un beso
ResponderEliminarSi desde un primer momento se pusieran las cosas en su sitio, tal vez no se cometerían tantos abusos.
EliminarUn abrazo, Susana
Muy buenas tardes Rita, me alegro mucho que estés más recuperada, y espero que esos ojitos lindos se curen del todo.
ResponderEliminarQue lindo relato y además que es algo que pasa con frecuencia uno va aguantando hasta que la gota sale y zas, la lengua que es muy sabia y tiene memoria empieza a despotricar ajja. Bien por Carmencita, als buenas personas siempre encontraran trabajo ahora lo malos jefes siempre están en ascuas con sus operarios. Un besote grande y cuidate mucho .
Muchas gracias por tu comentario y buenos deseos, Campirela. Es un placer verte siempre por aquí.
EliminarUn beso grande
Bien por ti, sí ya tienes encauzada la solución a tus problemas de salud.
ResponderEliminarLa susodicha se despacho a gusto, se quedó contenta con la actuación de su lengua.
Un abrazo.
Lo que hizo la susodicha es algo que nos gustaría hacer a todos más de una vez.
EliminarGracias por tu visita , Alfred.
Un abrazo
Gostei bastante dos textos. Obrigada por dar noticias!! :)
ResponderEliminar*
"A vida é uma passagem..."
*
Um excelente Domingo... em casa
Beijos
Muchas gracias por tu visita, Cidália.
EliminarUn abrazo
Hola Rita.. Me alegro mucho de tu vuelta y deseo que esos pequeños problemas así como lo de la vista se solucionen bien.
ResponderEliminarBuen relato y bravo por Carmencita. Dicen que en la vida aveces hay que cerrar alguna puerta que no conduce a ningún lugar.
Un abrazo y bien hallada.
Desde luego que así es, cuando las cosas no van bien lo mejor es dar cerrojazo. Gracias por tus buenos deseos, llorenç
EliminarUn abrazo
sí que habías estado un tiempo ausente. espero que esos problemas de visión se solucionen. necesitamos los ojos más que ninguna otra cosa...
ResponderEliminarsobre jefes déspotas podría contarte yo también una cosa o dos. ^_^ creo que carmencita aguantó demasiado, y que en su arrebato incluso pecó de comedida.
abrazos!
Lo de los jefes déspotas es algo frecuente, y más de uno se merecía que le dejaran plantado , como ocurre en el relato.
EliminarUn abrazo grande, Chema
Me alegra saber de ti. Un bonito relato. Muchos besos.
ResponderEliminarMuchas gracias , Teresa.
EliminarUn abrazo
Seguramente tu problema de visión se solucionará pronto la medicina está hoy en día muy avanzada.
ResponderEliminarCOn respecto a la patrona de Carmencita, seguramente, le costará mucho conseguir empleada que le dure mucho tiempo
besos Rita
Lo que merecía la patrona de Carmencita es no encontrar a ninguna empleada hasta que no supiera tratarla con respeto.
EliminarMuchas gracias , Norma, por tu visita y tus buenos deseos.
Un abrazo
Celebro que vaya mejor tu visión.
ResponderEliminarLo has contado de maravilla. Hasta yo me he quedado aliviado.
Un abrazo.
Muchas gracias, Macondo. Un placer verte por aquí de nuevo.
EliminarAbrazos
Pues llega el día, puede tardar, pero si abusan mucho, al final se explota. Qué a gusto se queda, por Carmencita, que ya encontrará otro trabajo, o no importa, lo ganará en salud.
ResponderEliminarUn abrazo, y me alegro que estés bien
Ya sabemos que la paciencia también tiene sus límites, y al final pasó lo que tenía que pasar. Nadie aguanta eternamente.
EliminarEstoy deseando pasar a leer tus relatos ¡Esos si que son buenos!
Un abrazo, Albada
Aveces llega ese momento en que no podemos mas y entonces la lengua, que no tiene hueso, estalla.... Reflexivo y lindo texto amiga, un gusto que ya estés mejor. Saludos.
ResponderEliminarTambién es un gusto para mí tenerte por aquí, Sandra.
EliminarUn abrazo
Hola.
ResponderEliminarMe alegra mucho tu vuelta y que tus problemas de vista estén mejor.
El texto es muy bonito, Carmencita ha hecho lo correcto.
Muy feliz semana.
Muchas gracias, Marigem, yo también me alegro de verte por aquí.
EliminarUn besito
Cuando las palabras no salen en su debido momento se convierten en rencores guardados y a la más mínima salen disparados. Bien por Carmencita. Respecto a ti querida Rita, espero de corazón que todo vaya mejor. Un beso
ResponderEliminarTienes toda la razón. No hay que callarse nada y las cosas hay que decirlas en su momento. Así no nos reconcomen por dentro.
EliminarMuchas gracias por tus buenos deseos, Jova.
Un beso
¡Qué alegría tenerte por aquí de nuevo!
ResponderEliminarTu relato es muy real. Carmencita estará sin trabajo pero muy aliviada.
Un abrazo muy fuerte.
Cuando el trabajo es una tortura es mejor buscar otra cosa.
EliminarMuchas gracias, Marisa.
Un beso
Es un problema que conozco muy bien, aguantar y aguantar y un día estallar! Lo bueno es aprender de esto, para el carro en cuanto empieza a andar, así otra Carmencita dirá, si la quieren despedir, primero págueme después me voy! Claro, esto a los casi 75 es sabido jajaja, un abrazo Rita, me alegra mucho tu retorno!
ResponderEliminarTodos los malos tragos de la vida sirven de aprendizaje. Lo malo es que el ser humano es un poco torpe para aprender, y vuelve a caer en lo mismo siempre.
EliminarUn beso muy grande , Mª Cristina, y gracias por tu interés
Celebro te encuentres mejor.
ResponderEliminarUn besico
Muchas gracias , Blanca. Seguiremos leyéndonos.
Eliminarun abrazo
Un estupendo relato, como todos los tuyos, pero lo que más me gusta es que estés al pie del cañón de nuevo, te echaba de menos. Un abrazo, queridísima.
ResponderEliminarMuchas gracias, Blanca. Yo también me alegro de volver.
EliminarBesitos
Mucho ánimo Rita y a acabar de recuperarse de la visión que sin duda es un privilegio para todos los que gozamos de ella. Respecto al relato diría que los humanos deberíamos tener una pequeña válvula de escape para no acumular tensiones que luego desemboquen en las terrible zas que podamos llegar a soltar cuando nos colman nuestra paciencia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buena semana.
La válvula de escape es decir las cosas en su momento y no acumularlas, porque luego es cuando se salta, pero claro eso no es fácil, ni siempre es posible.
EliminarMuchas gracias por tus ánimos, Miguel
Un abrazo
Un placer leerte de nuevo y con un relato tan estupendo.
ResponderEliminarCreo que la liberación es algo muy importante.
Me alegra te encuentres mejor. Deseo que todo vaya muy bien.
Un beso y mucha suerte siempre.
Muchas gracias por tus buenos deseos, Amalia. Espero poder seguir sin dificultad.
EliminarUn beso muy grande
Me alegro por tu vuelta y espero que pronto se terminen de solucionar todos tus problemas.
ResponderEliminarTu relato, además de entretenido, es catártico y liberador.
Un cariñoso abrazo.
Muchas gracias por tus buenos deseos,Sandra. Ya tenía ganas de reencontrarme con vosotros, aunque los problemas no han terminado del todo.
EliminarUn beso muy grande
¡Hola Rita! Me alegro de que estés ya con nosotros, y además con esta historia que me ha encantado con esa lengua deslenguada. Falta hace de vez en cuando, ja ja. Cuidate mucho preciosa. Besos :D
ResponderEliminarClaro que si, Margarita. De vez en cuando hay que poner las cosas en su sitio y al que no le guste , que se fastidie y reflexione un poco.
EliminarGracias por tus buenos deseos.
Un beso grande
De tu entrada lo que más me ha interesado es saber que de nuevo te tenemos por aquí y sobre tu operación, algo que debes decidir, solo decir que "más vale pronto que tarde" y tu, que sabes de refranes e historias castellanas, es lo que nos dice el saber popular.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias, Emilio, yo también me alegro de estar por aquí, y seguiré tu consejp.
EliminarUn abrazo
La dignidad en la vida es muy importante, y Carmencita hizo lo correcto. Nadie tiene que soportar lo que ella soporto.
ResponderEliminarEspero y deseo que te vayas recuperando y muchísimo ánimo.
Un beso.
Estoy de acuerdo contigo, no se pueden consentir ciertos abusos. Todo se puede decir pero con respeto.
EliminarGracias por tu comentario, Tere.
Un beso
Eso es lo que suele suceder cuando uno va tragando sapos y culebras durante mucho tiempo y se reprime. Y luego, tras la tormenta viene la calma, uno queda en paz consigo mismo, aunque también en el paro, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues uno no sabe que será peor, si despacharse a gusto o quedarse en el paro. En fin, lo que no se puede permitir es que ciertos jefes traten de esa manera a sus empleados.
EliminarUn abrazo, Josep
Lindo o seu cantinho amei de coração um bjo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sara. Bienvenida
EliminarLo primero es decirte que me alegro mucho que estés recuperada, si no del todo, en la recta final para lograrlo. Debió ser arduo todo eso. Te he echado de menos. Ya estás con nosotros de nuevo y es lo importante.
ResponderEliminarHe tenido serios problemas con el blog primero. Perdí los comentarios y no los pude recuperar. Gracias a Ester que me guió para abrir otro. Ambos están abieros.
Una gran historia que no es rara, pero que le imprimes de dignidad y libertad, me encanta.
Un abtazo muy fuerte y un besazo, preciosa.
¡Qué bien que volvamos otra vez a leernos! Espero que ya no haya más problemas técnicos con el blog.
EliminarUn beso grande, Mª Carmen
Hay jefas/fes que son auténticos tiranos que se dedican a pisotear al trabajador y Carmencita hizo bien. Me alegra que estés de vuelta y espero que lo de tu vista no sea nada grave.
ResponderEliminarAbrazos.
Lo de los ojos no es grave, eso espero, pero necesita operación. Me alegra que te gustara el relato.
EliminarUn abrazo, Conchi
Ay, ánimos con lo de los ojos... y con todo lo demás, claro.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ses.
EliminarUn besito, guapa
Hola Rita, yo también estado un tiempo sin publicar, me alegro que tus ojos vayan mejor. Es un relato muy interesante, suele pasar que cuando vamos aguantando y acumulando, sale todo de golpe.
ResponderEliminarCuídate, un fuerte abrazo.
Por eso es mejor no aguantar tanto, decir las cosas desde el principio, eso si, con educación y respeto.
EliminarUn beso, Cristina
Creo que ahora ya no aguantan tanto las empleadas, pero en mis tiempo...fíjate que un día mi jefe me hizo llorar y apenas quedaban unos meses para casarme. A veces hacen bien las chicas de ser asi.
ResponderEliminarMe alegra mucho que hayas empezado a "trabajar".
Un besito
Hay jefes que se las traen, y no les está mal empleado que les digan cuatro cosas de vez en cuando, claro que al empleado le puede costar el puesto.
EliminarComo ya estoy "trabajando" nos leeremos más a menudo.
Un abrazo, Mª Ángeles
Hola Rita, veo que tienes problemas con los ojos como yo. Los míos sí que son graves y tengo que vigilarme continuamente. Me alegro de que estés mejor.
ResponderEliminarQué bueno es que , de repente, una parte de nuestro cuerpo tenga autonomía para hacer y deshacer.
¿Te imaginas que estés cansada y las piernas quisieran echar una carrerita. Sería estupendo.
Muy graciosa la lengua que se ha desquitado de todo lo sufrido.
Un abrazo.
Conchita
Pues si, a veces la lengua parece que tiene vida propia, y dice por si sola lo que nosotros no nos atrevemos a decir.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Conchita, y cuídate mucho la vista , porque no sabemos lo importante que es hasta que empezamos a tener problemas con ella.
Un abrazo
Obrigada Rita pela visita lá no meu humilde cantinho desejo do fundo do meu coração que tudo fique bem consigo o seu blog é lindo um bjo.
ResponderEliminarMuchas gracias , Sara. Bienvenida a mi blog. Espero que en él te encuentres a gusto.
EliminarUn abrazo
Inquietaba su silencio Rita, y qué bueno saber que estás bien, dentro de las limitaciones propias de una especie de "surmenage" laboral, y la dificultad óptica. Gracias por estar, porque tus post son de obligada lectura, como este de la lengua desatada, que nos deja una lección: no hay que dejar que las cosas nos atoren, hay que soltarlas, drenarlas para estar bien. Un abrazo grande desde este aprecio colombiano. Carlos
ResponderEliminarTodavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un curar incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor medio ambiente, por favor comuníquese con el Dr. ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
ResponderEliminarSimplemente experimento las maravillas de las hierbas Dr. Twaha. Dios continuará bendiciéndolo más abundantemente, Dr. Twah, por el buen trabajo que está haciendo en la vida de las personas al curarlas de diferentes tipos de enfermedades. Seguiré testificando sobre tu buen trabajo. Vivía con herpes hace 6 meses y mi médico me dijo que no hay cura. No le creí y mantengo mi fe con la esperanza de que algún día me cure de esta horrible enfermedad. Un día vi una publicación en el foro de diabetes sobre un médico a base de hierbas llamado Dr. Twaha sobre cómo curaba a las personas de enfermedades con su raíz y hierbas y rápidamente me comuniqué con el Dr. Twaha en su correo electrónico y le expliqué mi problema y él me dijo que no. preocuparme de que me va a curar y de verdad preparó la medicina a base de hierbas y me la envió a través del servicio de mensajería de UPS y me dio instrucciones sobre cómo tomarla. Después de tres semanas de tomar el medicamento a base de hierbas, fui a mi médico para un chequeo y el resultado de mi herpes mostró Negativo y mi médico me dijo que no había rastro de herpes en mi cuerpo y que el herpes había desaparecido por completo.También se puede curar de cualquier tipo. de enfermedades contactando al Dr. Twaha en su correo electrónico: drlregbeyen10000@gmail.com o por WhatsApp al +2349038518881 Dios te bendiga
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