
Bueno, amigos, pues ya estoy aquí de nuevo después de este pequeño paréntesis de unos días. Mi casa ha quedado más bonita y todo vuelve a la normalidad aunque solo será por unos días pues con las fechas que se acercan, el timbre no deja de sonar pidiendo "Truco o trato", una costumbre traida de fuera, aunque no así la celebración de Halloween.
Hay mucha gente que piensa que se trata de una celebración extrajera, pero no es así. Lo que se conoce como Halloween no es más que el resultado de viejas tradiciones y costumbres que vienen desde muchos años atrás., sin olvidar lo que ha añadido la sociedad de consumo en la que vivimos.
Para quien no lo sepa, los celtas ya celebraban la fiesta de Samaín para despedir el buen tiempo y recibir el frío y la oscuridad. Después, con el correr de los años, y la llegada del catolicismo se celebraba la Fiesta de Todos los Santos, que en un principio era en mayo y después se pasó a noviembre. A esta fiesta se añadieron tradiciones gastronómicas, historias de difuntos, visita a los cementerios... Y no fue hasta el siglo XIX cuando se empezó a celebrar en América ,de la mano de todos los inmigrantes europeos que se establecieron allí, principalmente los irlandeses.
Asi que ya veis, todo el montaje que se ha hecho en torno a la Fiesta de Todos los Santos (Halloween)
Yo recuerdo que de pequeña, en estas fechas era costumbre sentarse alrededor del fuego y contar historias de aparecidos y fantasmas, que a mí me daban muchísimo miedo; y en los teatros era tradición la representación de Don Juan Tenorio. ¡Lo que ha llovido desde entonces!
Y ahora, una leyenda de terror que os dejará con los pelos de punta
LA SILLA DEL DIABLO ( Leyenda original de Castiila y Leon)
Cuentan que a mediados del siglo XIX limpiando el trastero de la Universidad de Valladolid, un bedel encontró una silla abandonada, y cansado decidió sentarse un rato, con tan mala fortuna que a los tres días le encontraron muerto sentado en la silla. Poco tiempo después un segundo bedel, murió también en el mismas circunstancias, y fuera coincidencia o no, lo cierto es que el hecho dió pie a la leyenda, en la que se cuenta que en el siglo XVI, cuando la Inquisición conocía sus tiempos de gloria, vivía en Valladolid un médico al que detuvo por asesinato y pacto con el diablo. Las habladurías decían que sus conocimientos provenían del Maligno. Durante el juicio, el médico admitió el asesinato pero no que hubiera hecho pactos diabólicos. Admitió también que tenía un sillón, regalo de un nigromante de Navarra, en el cual entraba en trance y obtenía todo el conocimiento necesario para sus diagnósticos. También aseguró que solo un médico podía hacer uso de él, pues si se sentaba otra persona moriría a los tres días.
El médico fue condenado a morir en la hoguera y sus pertenencias, incluido el sillón , salieron a subasta, pero nadie se quiso hacer dueño de él, por lo que se llevó a la Universidad de Valladolid.
El sillón existe en la realidad y se encuentra en el Palacio de Fabio Nelli, asi que mucho cuidadito si vais por allí. No probéis a sentaros en él , por si las moscas. Yo, desde luego, no lo haría..
