martes, 29 de octubre de 2019
LEYENDAS DE TERROR
Bueno, amigos, pues ya estoy aquí de nuevo después de este pequeño paréntesis de unos días. Mi casa ha quedado más bonita y todo vuelve a la normalidad aunque solo será por unos días pues con las fechas que se acercan, el timbre no deja de sonar pidiendo "Truco o trato", una costumbre traida de fuera, aunque no así la celebración de Halloween.
Hay mucha gente que piensa que se trata de una celebración extrajera, pero no es así. Lo que se conoce como Halloween no es más que el resultado de viejas tradiciones y costumbres que vienen desde muchos años atrás., sin olvidar lo que ha añadido la sociedad de consumo en la que vivimos.
Para quien no lo sepa, los celtas ya celebraban la fiesta de Samaín para despedir el buen tiempo y recibir el frío y la oscuridad. Después, con el correr de los años, y la llegada del catolicismo se celebraba la Fiesta de Todos los Santos, que en un principio era en mayo y después se pasó a noviembre. A esta fiesta se añadieron tradiciones gastronómicas, historias de difuntos, visita a los cementerios... Y no fue hasta el siglo XIX cuando se empezó a celebrar en América ,de la mano de todos los inmigrantes europeos que se establecieron allí, principalmente los irlandeses.
Asi que ya veis, todo el montaje que se ha hecho en torno a la Fiesta de Todos los Santos (Halloween)
Yo recuerdo que de pequeña, en estas fechas era costumbre sentarse alrededor del fuego y contar historias de aparecidos y fantasmas, que a mí me daban muchísimo miedo; y en los teatros era tradición la representación de Don Juan Tenorio. ¡Lo que ha llovido desde entonces!
Y ahora, una leyenda de terror que os dejará con los pelos de punta
LA SILLA DEL DIABLO ( Leyenda original de Castiila y Leon)
Cuentan que a mediados del siglo XIX limpiando el trastero de la Universidad de Valladolid, un bedel encontró una silla abandonada, y cansado decidió sentarse un rato, con tan mala fortuna que a los tres días le encontraron muerto sentado en la silla. Poco tiempo después un segundo bedel, murió también en el mismas circunstancias, y fuera coincidencia o no, lo cierto es que el hecho dió pie a la leyenda, en la que se cuenta que en el siglo XVI, cuando la Inquisición conocía sus tiempos de gloria, vivía en Valladolid un médico al que detuvo por asesinato y pacto con el diablo. Las habladurías decían que sus conocimientos provenían del Maligno. Durante el juicio, el médico admitió el asesinato pero no que hubiera hecho pactos diabólicos. Admitió también que tenía un sillón, regalo de un nigromante de Navarra, en el cual entraba en trance y obtenía todo el conocimiento necesario para sus diagnósticos. También aseguró que solo un médico podía hacer uso de él, pues si se sentaba otra persona moriría a los tres días.
El médico fue condenado a morir en la hoguera y sus pertenencias, incluido el sillón , salieron a subasta, pero nadie se quiso hacer dueño de él, por lo que se llevó a la Universidad de Valladolid.
El sillón existe en la realidad y se encuentra en el Palacio de Fabio Nelli, asi que mucho cuidadito si vais por allí. No probéis a sentaros en él , por si las moscas. Yo, desde luego, no lo haría..
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Ya le han puesto una cinta al silloncito de marras, para quien nadie se siente sin darse cuenta.
ResponderEliminarBesos.
Buenas noches Rita , me alegro de que ya estés de regreso ..la historia que nos cuentas tiene mucha miga y desde luego nada de sentarse en el dichosos sillón ..
ResponderEliminarGracias amiga por siempre traer historias de este modo.
Tampoco me sentaría por si acaso, las leyendas me gustan siempre tiene un algo de verdad. Prepara los caramelos cerca de la puerta para los futuros visitantes. Un abrazo
ResponderEliminarHola Rita , vaya con tu historia ya que lo dices , te are caso y si voy por allí no me sentare
ResponderEliminarpor si las moscas , una entrada muy interesante amiga mía , besos de buenas noches besos de flor.
Son tradiciones muy antiguas. Ti historia de terror es muy buena. Por las sillas encantadas, que encuentren su hoguera.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas son las festividades paganas que la iglesia ha convertido en religiosas, y esta no podía ser menos.
ResponderEliminarMe ha encantado conocer esa leyenda (porque quiero pensar que solo es eso), aunque, por si acaso, no me sentaria ni por un segundo en esa silla, ja,ja,ja.
Un abrazo.
P.D.- Me alegro que las reformas hayan durado tan poco, je,je.
Hola Rita, hace unos años ya puse en mi blog que lo que ahora aquí es Halloween, hace siglos aquí era llamada Samain sobre todo por la parte de Galicia siendo una costumbre Celta, lo que pasa que los americanos le han sacado mejor rentabilidad comercializandola de esta forma, ellos si saben sacar el dolar de donde sea:)
ResponderEliminarLa leyenda madre mía, desde luego que si voy por allí ni mirar el sillón por si acaso jeje, me ha gustado mucho.
Besos.
Ains Rita, los pelos como escarpias con lo del sillón del diablo. Le han puesto un hilo rojo muy mono para impedir que se sienten, pero yo ponía algo más contundente, por si acaso hay algún atrevido.
ResponderEliminarLo de la fiesta de Samain lo he leído hace muy poco porque lo necesitaba para un texto. Y me han parecido tradiciones muy bonitas. Besos :D
Es curioso que hayan quemado al médico y no al sillón.
ResponderEliminarMe queda una duda. Vinculas Halloween a la fiesta de Todos los Santos ¿no sería más bien con la de Fieles Difuntos?
Besos
Yo tampoco me sentaría en el susodicho sillón.En algunas iglesias festejan la fiesta de Todos los Santos disfrazándose de santos, vírgenes, ángeles etc.la han llamado Holywiins y es una especie de respuesta frente a lo macabro de Halloween, su propósito es también que se propague y se haga popular..Besicos
ResponderEliminarPor estos lares no se celebra Halloween, aunque los chavales más jóvenes hacen festejo, todo lo que huela a fiesta o diversión... sin embargo somos muy amigos de las leyendas, y está... me pone los pelos de punta, jijiji jijiji.
ResponderEliminarAyyyy yo no me sentaría.
ResponderEliminarRespecto a Halloween yo he hecho varios post contándolo, mis padres y abuelos ya celebraban Samain, que es lo mismo, se tiznaban la cara, vaciaban nabos y calabazas para pedir chuches que obviamente no eran chuches, eran dulces caseros, castañas asadas o cosas así.
Nosotros también contábamos historias de miedo, como hacías tú, mi abuelo nos contaba algunas de la Santa Compaña qu enos asustaban mucho, jejeje.
Muy feliz jueves.
Tremenda leyenda, no la conocía. Por mis pagos ha comenzado a celebrarse pero no en forma masiva.
ResponderEliminar¡Feliz halloween!
Un abrazo terrorífico.
No conocía esta leyenda. Que tengas un lindo día amiga. Te dejo saludos. Un gusto leerte.
ResponderEliminarDesconocía lo de la fiesta Celta, gallega. Y me parece bien que provenga de antes y de aquí que la actual americanizada...
ResponderEliminarEn cuanto a la silla en cuestión, leyendas aparte, :))))) yo sí me sentaría! (Nada que ver con el "valor"...)
Abrazos Rita.
Hola Rita amiga, yo tampoco conocía la leyenda, la cual me ha erizado, y por supuesto me alejo del sillón.
ResponderEliminarBienvenida amiga, de nuevo, un placer venir a tu espacio.
Te mando un fuerte abrazo amiga.
Feliz día de los santos.
Bss!!
Pues tampoco me sentaría. Quien evita la ocasión, evita el peligro.Me gustan las historias de terror y hay películas buenas, sin sangre por supuesto.
ResponderEliminarAbrazos con crisantemos.
Me gusta mucho la intriga.
ResponderEliminarNo me sentaría... uff.
Feliz regreso.
Un beso.
Hola Rita. Nosotros asabamos castañas y boniatos alrededor de la chimenea, y mi abuela nos contaba cuentos, pero no de miedo, (a ella le daban yuyu), y nos lo pasábamos estupendo. A mí todas estas curiosidades me entusiasman, gracias por la entrada. Las fotos de los ausentes, están por la casa y para ponerle una flor, cualquier día es bueno...
ResponderEliminarMe alegro volver a "verte", preciosa.
Feliz Tosantos.
Besos.
No soy supersticiosa pero yo no pienso sentarme en esa silla ni harta de vino. Como dicen los gallegos, yo no creo en meigas, pero haberlas, haylas.
ResponderEliminarMe ha encantado saber de esta leyenda pucelana.
Un besote.
ja ja tendrán que quemar el sillón...
ResponderEliminarUn beso