MARIQUITA , LA PELONA

Cuenta la leyenda que vivía en Toledo un cristiano viejo llamado Juan Lamas, que cierto día tuvo un pleito con su vecino y como consecuencia de ello tuvo que pagar una importante cantidad de dinero. Y al poco tiempo, por el  disgusto, enfermó y quedó ciego.

Pero tenía Juan una hija, a la que todos llamaban Mariquita, muy honrada y trabajadora además de poseer una gran belleza y una cabellera espectacular, que era la envidia de todas las muchachas de la ciudad. Sin embargo , la pobre Mariquita no era feliz al ver que su padre ya no podía disfrutar de la vista. Así pues una mañana decidió llevarle a un médico árabe muy famoso para ver si él podía dar remedio al mal que aquejaba a su progenitor. El médico, después de examinar al enfermo detenidamente, afirmó que el remedio para devolverle la vista tendría que venir de muy lejos y el precio sería muy caro, llegando a los 500 maravedíes.

Padre e hija salieron de la consulta tristes y desconsolados, pues esa cantidad de dinero estaba fuera de sus posibilidades por completo.

Pero en aquellos tiempos frecuentaba la casa un joven amigo del padre, de nombre Maese Palomo, el cual amaba en secreto a Mariquita sin que ella lo sospechara, y una tarde que se encontraba de visita, anunció a la familia que había muerto la tía del Corregidor de la ciudad, y propuso a Mariquita ser una de las damas que portaran el féretro, recibiendo una pequeña cantidad de dinero por el trabajo.

Mariquita aceptó, y una vez en el entierro, la mujer del Corregidor, que se había quedado calva tiempo atrás a consecuencia de unas fiebres, se percató de la maravillosa melena de Mariquita, y finalizado el acto pidió a su marido que hablara con ella y le ofreciera una importante cantidad de dinero a cambio de su pelo.

Dicho y hecho, a la mañana siguiente el Corregidor fue a casa de Juan Lamas y ofreció a Mariquita 100 maravedíes por su melena trenzada. Mariquita , que se dió cuenta del interés que tenía el hombre por su pelo, comenzó a regatear hasta llegar a la cantidad de 500 maravedíes que era lo que necesitaba para curar a su padre.

Conformes las dos partes, y una vez que el Corregidor se marchó, Mariquita  comenzó a recoger su precioso pelo en una gran trenza y lo cortó , llorando lágrimas de dolor y tristeza. Fue después a mirarse al espejo y  no se reconoció. Fue tan fuerte su dolor que inmediatamente se colocó un pañuelo para cubrir su calvicie y cogiendo a su padre del brazo lo llevó hasta el médico para que iniciara la cura.

La cosas salieron tal como se tenían pensadas. El corregidor cumplió su palabra y pagó el dinero, el médico pudo sanar al enfermo y devolverle la visión, y para que la felicidad fuera completa, Maese Palomo, venciendo su timidez, pidió en matrimonio a Mariquita  Ésta aceptó con el consentimiento de su padre y fueron  siempre felices.

Y cuenta la leyenda que, a partir de ese día, y en recuerdo de estos sucesos, Mariquita decidió  que se le apodara " la Pelona," porque nunca más dejaría crecer su cabello, símbolo de lo superficial, y en su lugar se dedicaría a buscar la belleza en el interior de las personas, que es donde realmente está.