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domingo, 10 de mayo de 2020

TARDES CON ENRIQUETA

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El pasado día 8 se celebró el Día Mundial de la Cruz Roja, que como todos sabréis,  es una institución de carácter completamente voluntario que realiza una gran labor humanitaria ayudando siempre al que lo necesita donde quiera que esté. Sin ir más lejos, ahora con el coronavirus, no está escatimando esfuerzos de todo su voluntariado para prestar su apoyo a las autoridades sanitarias en las tareas que lo soliciten.
Pero además de ésto, que es algo excepcional, también se ocupa habitualmente de otras muchas cosas, desarrolla numerosos programas de atención a los más desfavorecidos, como niños en la pobreza, mujeres maltratadas, desempleados, inmigrantes, personas mayores que se encuentran solas... Este último programa es uno de los que más conozco porque participo activamente en él. Trabajo con personas en la última etapa de la vida, algunas con enfermedades y deterioro mental bastante acusado, y voy a compartir lo que es un ratito con una de ellas.
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TARDES CON ENRIQUETA
Era un día de invierno  sin frío. El cielo gris ,la tarde tristona, y la gente paseando sin prisa por la Avenida de Santa Mónica, en el corazón de un barrio que siempre había sido de los mejores.
Teresa llegó, como todos los miércoles a hacer su correspondiente visita a Enriqueta, una señora mayor que consumía el tiempo tumbada en el sofá, sin salir a la calle.
Aquel día la encontró como tantos otros, echada sobre unos cojines y fumándose un cigarro, porque nunca había podido dejar ese vicio de la juventud.
-¡Hola, Enriqueta ! ¿Qué tal , cómo estás hoy? Te veo mucho mejor que la semana pasada.
La anciana se incorporó, miró quien era la visita y su cara se iluminó al verla. Tenía unos ojos grandes, del color del mar, y se adivinaba que había sido una mujer hermosa y muy culta.
-¿Te acuerdas de mí?- le preguntó Teresa
-Si, si, te he conocido por la voz...¡Tengo un dolor hoy!
-¿Pero te has tomado la medicina?
-Si, pero no se me pasa con nada.
- Se lo tendrás que decir al médico...
Teresa se sienta a su lado y observa un papel tirado en el suelo.
-¡Mira, se te ha caído esto!
 Se agacha y lo recoge, antes de entregárselo a Enriqueta lo mira.
-Es el teléfono de tu hijo José, que te lo ha anotado ahí.
Enriqueta lo mira distraída.
-¡Ah , si, lo estaba buscando y no lo encontraba!- Lo deja sobre la mesita con mano temblorosa y luego añade -¡ Pero es que tengo un dolor....!
-Intenta distraerte un poco, si no piensas en ello te dolerá menos.
-¡Que va!...Y lo peor es cuando me levanto por las mañanas... Oye...¿y ese papel amarillo que hay encima de la mesa qué es?
-Es el teléfono de tu hijo José.¿ No lo recuerdas?
-¡Ah!
-Bueno...¿Cuéntame qué has hecho hoy?- Le pregunta Teresa por distraerla.
-Pues poca cosa
-¿Has leído el periódico?
-No he tenido  ganas con este dolor. Y lo peor es cuando me levanto por las mañanas...-se queda pensando y añade-  No sé que hace aquí este papel...
-Es el teléfono de tu hijo, por si necesitas llamarle.
-¡Uy, no! Ahora no se le puede molestar, está trabajando. Y gracias a Dios, todos tienen trabajo.
-¡Todos tus hijos! ¿cuántos hijos tienes?
Se queda pensando y después contesta
-Pues ocho o nueve...
- Creo que te confundes, esos son los nietos.
-No, no, son hijos. Pero es que tengo un dolor...y lo peor de todo es por las mañanas cuando me levanto.
-¿Y te acuerdas cómo se llaman tus hijos?
-José...
-José...¿y qué más?...¿y tu hija, cómo se llama?
-Como yo. No sé qué hace aquí este papel...
-Es el teléfono de tu hijo...
-¿De mi hijo? Pues no lo sabía...¿cómo habrá venido hasta aquí? Hoy estoy muy dolorida, y lo peor es por las mañanas cuando me levanto...
Breve silencio
 -Mira esa foto, es de mi madre vestida de sevillana- comenta Enriqueta.
Teresa se levanta para cogerla y la observa bien.
-¡Qué guapa era! Te pareces mucho a ella.
-Si. Y todas las cosas antiguas que ves por aquí son de ella. Hoy estoy muy dolorida y sobre todo por las mañanas cuando me levanto....
-¿Y tú también te vestías de sevillana?-pregunta Teresa para que la anciana le cuente sus recuerdos y olvide el dolor.
-Si, pero no me gustaba porque pesaba mucho lo de la cabeza. Y no sé donde habrá ido a parar el traje... ¿ Y este papel?
-El teléfono de tu hijo- le contesta Teresa una vez más .
- ¡Pues no sé quien lo habrá traído! ....Y todo lo que ves por aquí es de mi madre.
-¿Y cómo era tu madre? ¿te acuerdas de ella?
-Si...si...era...era...- balbucea sin  encontrar las palabras-¡Es que tengo un dolor ! ¿Te importa que me tumbe un poco?
-No, no, en absoluto.  Ponte cómoda.
-Y ahí está mi madre vestida de sevillana- vuelve otra vez a señalar la misma foto- Y todo lo que ves por aquí es suyo.
-Son cosas muy antiguas.
-Y su traje de sevillana no sé donde está.
-Lo tendrás guardado en algún armario...
-Si, pero mi madre...-Enriqueta no acierta con lo que quiere decir- ¡Tengo un dolor!
-Procura relajarte, ya verás como te hace bien
-Y todo lo que ves por aquí  era de mi madre.
-¡Qué buena herencia te dejó!
-Y el traje de sevillana no sé donde está...Y lo peor es por las mañanas cuando me levanto...
Y así va cayendo la tarde, lenta, monótona y siempre en el mismo punto.
Cuando Teresa sale a la calle respira hondo. El aire fresco que le da en la cara le hace sentirse otra vez en libertad, y disfruta de cada paso que da, de cada cosa que ve, de cada momento que vive.
Al coger el coche pone las noticias y escucha asombrada que en los próximos años un 4% de la población tendrá algún tipo de demencia senil o enfermedad de Alzheimer, y se espera que esto vaya en aumento. Y entonces se pregunta
 ¿Terminaré yo lo mismo que mi pobre Enriqueta encerrada en una cárcel de oro y sin recuerdos?



91 comentarios:

  1. Una bonita y enriquecedora labor Rita, me ha gustado mucho el texto que nos has dejado , esta lleno de vida aunque sea ya el final de alguna pero esas experiencias y sabiduría lo dan los años. Gracias amiga, te deseo un feliz domingo .
    Besos.

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    1. No cabe duda que los años dan sabiduría, pero si en el camino la enfermedad o el dolor nos merma ciertas capacidades nos convertimos en niños desvalidos.
      Un abrazo, Campirela y feliz domingo

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  2. ¡Buenos días Rita!
    Admiro tu dedicación voluntaria acompañando parte de tu tiempo a las personas mayores en su última etapa de la vida. No sé de donde sacas tanto tiempo para compaginar todas tus diarias obligaciones familiares junto con tu trabajo, aunque ya sé que en estos últimos meses hemos dado un vuelco a la rutina.
    Tu entrañable cuento, querida Rita, muy bien narrado por cierto, nos habla de ese grave problema de salud, que según parece va a ir en aumento por desgracia y eso que se supone que vivimos en una sociedad con grandes avances científicos en el campo de la salud, pero por lo que nos muestra la realidad, parece que más bien no es como pensamos.
    Un beso y feliz domingo.

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    1. Si, Estrella, vivimos en una sociedad de grandes avances científicos pero no son suficientes y hay enfermedades que siguen sin tener cura, por eso es necesario llevar un poco de cariño y dedicación a las personas que las padecen.
      Un beso y que pases un feliz domingo

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  3. Ains Rita qué emotivo cuento y qué grande esa labor voluntaria, ayudar a los mayores haciendo más llevadera la soledad, proporcionando compañía y atendiendo sus necesidades qué preciosa tu colaboración. Y debemos dar las gracias a tanto como hacen instituciones como la Cruz Roja para mejorar la vida de personas que lo necesitan.
    Besos

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    1. Es una conversación real, Conxita. He cambiado los nombres y los lugares para preservar la intimidad de las personas, pero ese es el día a día de muchos abuelitos. Algunos viven con la única ilusión de recibir tu visita.
      Un abrazo

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  4. Una tarea preciosa y de verdad loable. Ademá suelen se voluntarios quienes acompañan a esas personas solas y vulnerables.

    Muy bonito. Un abrazo y feliz tarde

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    1. El trabajo con las personas siempre es a través de voluntarios en la cruz Roja. Es muy gratificante.
      Un abrazo grande, Albada y feliz domingo

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  5. Ya tiene mérito atender a una persona en ese estado. No sé cómo acabaremos todos al vivir algo más que nuestros antecesores, pero viendo algunos casos no me importa acabar antes.
    Besos.

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    1. Pues no sé como acabaremos, al vivir más tiempo habrá enfermedades que se darán con mayor frecuencia, pero quizá la ciencia sepa como atajarlo.
      Un abrazo, Alfred

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  6. es una historia triste, pero resulta bonita tal como la cuentas. hacéis una gran labor. esas personas que sufren alzheimer, de vez en cuando tienen algún destello de lucidez. la mente humana es tan compleja...
    besos y gracias por compartir.

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    1. Si, algunas veces tienen un rayito de luz pero pasa pronto. Lo bueno es que creo que ellas no son conscientes de su situación, no saben que están enfermas.
      Gracias por tu visita, Chema, un abrazo

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  7. No es el momento de hablar mal de la multinacional de las ONGs,en estos momentos hay que reconocer que se está moviendo mejor que nadie, lo que si quiero comentar es que tras haber sido voluntario en ella durante 2 años en el area de empleo y emigracion, sali desencantado y desilucionado, no volveré jamas a trabajar en la Cruz Roja.

    Saludos

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    1. Siento que tuvieras esa mala experiencia, Emilio. Puede que también tenga "sus cosillas", pero yo las desconozco.
      Un abrazo y feliz domingo

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  8. Haces una gran labor. Es duro llegar a viejo. Un beso

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    1. Y si se llega en soledad o con alguna enfermedad incurable es todavía más duro, Susana.
      Un abrazo

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  9. Me hice socia de la Cruz Roja por mi profesión, pero desde que supe que en un accidente de tráfico te cobran o al menos cobraban las transfusiones de sangre dada además por voluntarios. Dejé de serlo.
    La misión del voluntariado es estupenda, pero Cruz Roja como entidad no es muy legal.

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    1. Desconozco lo que cuentas y te digo como a Emilio, que tendrá "sus cosas", como todo, pero el trabajo de los voluntarios es lo verdaderamente elogiable, no cobran un mísero céntimo y ponen al servicio de otras personas su tiempo, esfuerzo y conocimientos. Eso si te lo puedo decir.
      Un abrazo, Airblue

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  10. Hola.
    Enhorabuena por esa labor. Mi hija fue voluntaria mucho tiempo, estaba con niños ingresados, para entretenerlos y que sus familiares pudieran salir un rato, aunque fuese a ducharse.
    Ahora ella está en otro voluntariado con personas ocn Alzheimer y es muy gratificante.
    Me ha encantado la historia, pero es muy triste. No recordar a tus hijos o como ha llegado un papel a un sitio tiene que ser muy frustrante.
    Muy feliz tarde.

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    1. Yo creo que ellos no se dan cuenta real de su situación, así no sufren tanto.
      Un abrazo Marigem y feliz tarde

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  11. Aunque es triste, me ha gustado la historia .
    Admirable esa dedicación tan digna de agradecer.
    Un beso.

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    1. Es muy triste llegar a esa situación, no acordarse de los nombres de tus hijos ni siquiera de cuantos tienes , es terrible y muy doloroso, pero creo que no son conscientes de su estado mental.
      Un abrazo Amalia

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  12. eres increible de maravillosa con lo que escribes son lo que comentas no cambies beso

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  13. Qué bien lo has contado Rita.
    Y felicidades por esa admirable labor.
    Un abrazo.

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    1. Es la realidad pura y dura, Macondo. Una triste realidad que tenemos a nuestro alrededor.
      Gracias por tu felicitación. Besos

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  14. ¡¡Pobre Enriqueta!!
    Es una pena que haya muchas personas con ese mal.
    Un beso

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    1. Pues si que es una pena, y las previsiones apuntan a que irá aumentando en los próximos años. Por lo menos debemos darles un poquito de nuestro tiempo y cariño.
      Un abrazo, Mª Ángeles

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  15. Hola Rita.. Es curioso cómo nos acordamos de las ONG, en desgracias, es entonces cuando nos damos cuenta de su labor ingente, que el primer mundo no aprecia, hasta que los necesita.
    Tierna y triste conversación, pero la triste realidad lo dice asi, se podran encontrar vacunas, pero las demencias seniles, por desgracia sólo pueden retrasar algo lo inevitable..
    Un abrazo y cuidate..

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    1. A mí me produce mucha tristeza ver ese deterioro mental, pensar que han sido personas lúcidas y comprobar el estado en el que encuentran.
      Un abrazo, Llorenç y cuídate tu tambén.

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  16. Hola Rita, qué triste y por desgracia, que cierto. Que miedo de enfermedad. Besos cariño :D

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    1. Lo bueno que tiene es que yo creo que ellos no se dan mucha cuenta. Pero si, es muy triste verlos de esa manera.
      Un besito, Margarita

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  17. Una tristísima situación que conozco muy de cerca y que resulta también agotadora para los cuidadores. Besicos

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    1. Los cuidadores que están ahí día y noche con ellos merecen una medalla al mérito.¡Qué gran humanidad! ¡Ánimo y a seguir adelante!
      Besos

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  18. Es dolorosísimo y tremedo lo del Alzheimer... no lo quiero ni pensar.
    Muy bien contado, muy bien.

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    1. A mí también me da mucho miedo, pero prefiero no pensarlo mucho.
      Un abrazo, Tracy

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  19. La labor de los profesionales y voluntarios de Cruz Roja es de lo mejor de nuestra sociedad. Una de la enseñanzas que nos deja la pandemia es la situación dramática de las residencias de ancianos. En una sociedad tan longeva creo que es prioritario que estas pasen a estar medicalizadas de alguna manera.

    Emotivo cuento, Rita.
    Abrazos.

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    1. Pues si, es necesario y justo que se les atienda a los ancianos como debe ser, que no les falte de nada, ni en cuanto a cuidados ni en cuanto a cariño. Elloos nos lo dieron antes y se lo debemos.
      Un abrazo, Miguel

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  20. Muy lindo el texto que compartiste Rita, una generosa labor la tuya.

    Besos al alma y que tengas un maravilloso día

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    1. Muchas gracias, Paula, yo también te mando un beso muy grande.

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  21. Un relato conmovedor,se estas cosas mi hija medica tiene un residencial en el cual trabajan su esposo y su hijo mayor,suelen comentarme cosas así,abrazo fuerte.

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    1. Mis felicitaciones para tu hija y su familia por hacer esa labor tan extraordinaria con los abuelitos que tanto lo necesitan.
      Un abrazo, Fiaris

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  22. Que triste texto. Mi suegra tiene Alzheimer, y todo lo que has narrado me lo recuerda, así paso yo los días que me toca cuidarla en su casa..... Saludos amiga.

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    1. Pues haces una labor maravillosa. Cuidar a una persona con esa enfermedad tiene un mérito enorme. Hay que armarse de mucha paciencia. Asi que mucho ánimo , amiga, y a seguir adelante.
      Un beso grande

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  23. Me encanta cómo Teresa acompaña a Enriqueta, con paciencia cada vez que repite una pregunta (sirve mucho entender que para ella, cada vez que pregunta es la primera vez).
    Sois admirables las personas que dedicáis parte de vuestro tiempo a acompañar a personas mayores, solas y enfermas. Es llevarles algo de humanidad. El peor olvido no es el de ellos, sino el de la sociedad.

    Besos

    PD. Rita, permíteme que te muestre una errata. Avanzado el texto llamas Elvira a Enriqueta y despista (volví al principio para asegurarme, con mi ya mala memoria)

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    1. La verdad, Alís, es que ofrecer un poco de ayuda y comprensión a los que lo necesitan te compensa muchísimo. Es una tarea muy gratificante y te hace ser mucho más humana. A veces tengo la sensación de que recibo más de lo que doy.
      ¡Ah! Gracias por avisarme de la errata. Ahora mismo lo pongo bien.
      Un beso, guapa

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  24. Siempre recuerdo a una tía que cuando la visitaba y le preguntaba como se encontraba me respondía pues tengo la cabeza bien lo demás no tiene importancia. Tenía razón ya que cuando empezamos con la demencia lo perdemos todo.
    Un abrazo.

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    1. Tu tía tenía razón, si no somos capaces de saber quienes somos , está todo perdido.
      Un abrazo Mari-Pi-R

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  25. Conozco el tema de personas con demencia senil Rita, hay que tener mucha paciencia y cariño hacia ellas. Felicidades por tu labor.

    Besos.

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    1. ¡Ya lo creo que hay que tener paciencia! Las personas que están ahí a pie de cañón a diario son las que hacer una tarea muy loable.
      Un abrazo, Conchi

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  26. No necesariamente tiene uno que acabar como ve en los demás...

    En cuanto a la institución humanitaria, sin duda hace una labor necesaria. Y los voluntarios que participáis en ella, admirables.

    Gran abrazo Rita.

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    1. No, no necesariamente tenemos que acabar como los demás, pero son cosas que s epiensan a veces.
      Muchas gracias por tu comentario, Ernesto

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  27. Pues no sé realmente cual es la causa de la enfermedad, solo sé que está ahí, nos puede tocar a cualquiera y no hay cura. Asi que lo que queda es ofrecer a los enfermos y familiares todo nuestro apoyo y parte del tiempo libre.
    Un abrazo, Julio

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  28. Haces una labor preciosa, hay que valer para hacerla. Un abrazo y sigue dándole cariño a las personas que lo necesitan.

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    1. Es necesario tener un poco de tiempo y paciencia, y muchas ganas de ayudar a la gente.
      Un abrazo Teresa

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  29. Me recordo una conversacion, con una persona con alzheimer, ufffffff
    es duro
    un abrazo

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    1. Si que es duro,sobre todo para los familiares, además es que no se puede tener una conversación fluida. Siempre se está en el mismo punto.
      Un abrazo, Mª Jesús

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  30. Este relato, retrata fielmente los últimos años de los abuelos de mi esposa, sobre todo del abuelo que falleció con 103 años (la abuela nos dejó a los 100 años), con quienes pasábamos muchas horas acompañándoles.
    Y gracias Rita por la encomiable labor que haces, y más en estos años, donde es raro el día que no se conozcan noticias de ancianos que han fallecido solos y que no les ha echado nadie en falta...Que triste verdad.
    Y resaltar también la labor de La Cruz Roja y de La Media Luna Roja, que están siempre allá donde haga falta.
    Un fuerte abrazo, Rita, y muy bonita tu entrada.

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    1. Me duele muchísimo esas noticias tan tristes de ancianos que mueren solos. La sociedad tendría que tomar conciencia de ello y no dejar que ocurriera. Nadie se merece eso y mucho menos ellos que nos lo han dado todo.
      Un abrazo, Manuel

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  31. Qué admirable tu dedicación con los ancianos. Tus relatos siempre llegan al corazón, y esta vez lo han tocado fuerte...Una triste realidad que has podido pincelar con buen arte.
    Un abrazo emocionado.

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    1. Muchas gracias , Sandra. Es muy triste ver la situación en la que están algunos y no se puede mirar para otro lado.
      Un abrazo grande

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  32. Un entrañable historia de una entrañable tarde con una entrañable anciana. Personalmente no conozco esta enfermedad, pero debe ser doloroso ver a nuestros mayores en esta situación. Gran relato. Un beso.

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    1. Yo tampoco la conocía hasta hace unos meses y la verdad es que es muy triste, sobre todo para los familiares, porque los enfermos me parece que no se dan mucha cuenta de su estado.
      Besitos, Blanca

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  33. Ufff!!! Me agobia mucho solo pensarlo, en mi familia ninguno lo ha padecido hasta ahora pero sí en la de mi marido.
    Un abrazo

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    1. Es mejor no pensar mucho en ello y ayudar al que lo necesita. Muchas gracias por tu visita, Chelo.
      Un abrazo

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  34. Qué emotivo y qué triste a la vez Rita.
    Yo también soy voluntaria de Cruz Roja en mi ciudad; realizo talleres de lectura para personas mayores.
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Es una labor muy bonita. Me alegro que tu también compartas tu tiempo con ellos.
      Un abrazo, Marisa

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  35. Colaboro con una pequeña aportación mensual a la Cruz Roja desde hace tiempo, granitos de arena pueden hacer una montaña. Ver a nuestros mayores sufrir es muy duro, no conozco esta enfermedad tampoco. Una triste historia pero real.
    Un gran abrazo Rita.

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    1. Es muy triste este enfermedad. Yo tampoco la conocía hasta hace unos meses, y necesitan muchos cuidados y atenciones.
      Un abrazo, Carmen

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  36. A Cruz Vermelha tem um papel muito importante na saúde em Portugal. Os seus méritos são conhecidos e reconhecidos

    Cumprimentos

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  37. Tratar de idosos não é para todos. Pessoas muitas vezes com grandes dificuldades de locomoção, doenças mentais, paralisias, enfim...Meritório e elogiável o trabalho de quem deles cuida e os ajuda a viver os seus últimos dias de uma forma digna

    Cumprimentos

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    1. La verdad es que es necesario, a veces, tener ciertos conocimientos para cuidar a estos ancianos y sus enfermedades, pero yo solo les hago compañía, les llevo un ratito de mi tiempo, les entretengo y se les hace más llevadero. No se sienten tan solos.
      Un abrazo, Ricardo.

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  38. Me ha gustado mucho pero al mismo tiempo me ha entristecido. Da mucha pena que la mente se deteriore tanto. Yo no viví el Alzheimer, pero si la demencia senil severa que sufrió mi abuela materna, y lo pasamos toda la familia muy mal, hasta que tuvimos que ingresarla en una residencia geriátrica donde la cuidaron mucho y muy bien. Ella no se enteraba de mucho, pero bueno.
    Admiro la labor que haces, ayudar a los demás.
    Un abrazo.

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    1. Creo que lo bueno que tienen estas enfermedades mentales es que el enfermo no se entera de su situación, al menos por lo que yo he podido apreciar. Ellos creen que están bien. Mejor así porque no sufren al ver su deterioro, pero para la familia es durísimo.
      Un beso, Tere

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  39. Conozco bien el Alzheimer Rita. Lo sufrimos con mi padre 11 largos años. Es lo más cruel que le puede pasar a una persona...Te lo roba todo y te queda completamente vacío. Ellos no sufren, sí y los que están a su cuidado...
    Soy voluntaria de Cruz Roja desde hace tiempo he estado en otros programas,ahora en Infancia y Juventud. Ayudamos a los chicos con los deberes, ahora está suspendido. Pero sigo colaborando desde casa, soy persona de riesgo, tengo asma, llamando a personas mayores solas por si necesitan algo y se lo llevan. Hay mucha necesidad. Y gracias a las diversas ong van saliendo para adelante. Por que el gobierno na de na.
    Así vamos pasando esto, deseando que cada dia falte menos.
    Lindo relato. Cuídate.
    Un abrazo.

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    1. ¡Qué alegría que también seas voluntaria en Cruz Roja! Yo visito a las personas mayores que están solas, enfermas o que simplemente quieren un poco de conversación o lectura. Pero ahora, con el coronavirus, estas actividades se han suspendido y no voy. ¡No sabes como lo echo de menos! Estoy deseando volver a la normalidad.
      Tendré en cuenta tu recomendación del libro. Muchas gracias, Laura
      Besos

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  40. Se me olvidó. Te gustará Reina Roja.Engancha desde el principio.
    Te dejo esto:

    https://asimegustaelmundo.blogspot.com/2012/02/alzheimerel-mal-de-nuestros-dias.html

    Un abrazo.

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  41. Una triste realidad que has descrito a la perfección. Mientras leía, pensaba en mi suegra, con esa misma reiteración y olvidos inmediatos. Para ella, cada día es el peor de su vida y siempre nos recibe con la misma cantinela, como si fuera la priemra vez que nos lo dice. Hay que hacer acopio de mucha paciencia y comprensión, y pensar que (ojalá que no) algún día podemos ser nosotros quienes estemos en esa misma situación.
    Un abrazo.

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    1. Si lo has padecido dentro de tu familia entiendes a la perfección lo que he escrito. ¡Triste enfermedad! Nos roba todo lo que somos y nos deja totalmente desvalidos.hay que tener mucha paciencia con estos enfermos, tienes razón. Espero que encuentren algún remedio para ella, pero de momento, lo veo complicado.
      Un abrazo, Josep

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  42. Una historia muy narrada, Rita. Cada vez estamos tod@s más expuestos a esa enfermedad o bien por la esperanza de vida más longeva o porque los investigadores, cada día descubren algo nuevo para combatirlas. Más siempre aparecerán también algunas diferentes y nuevas mientras no dejemos de respirar.
    Un abrazo con lo 5 sentidos.

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    1. Las investigaciones que hacen sirven para curar algunas enfermedades, pero aparecen otras nuevas, y es que de algo nos tenemos que morir.
      Un abrazo, Joaquín

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  43. Hola Rita, gran labor la que realiza Cruz Roja en todos los aspectos, y todos sus voluntarios no os quedáis atrás realizando estos trabajos que no todo el mundo somos capaces de hacer, gran labor haces Rita acompañando a estas personas tan necesitadas sobre todo de cariño.
    El relato es tan real que me parecía verte a ti acompañando a Enriqueta, enhorabuena por la labor que hacéis tan bonita.

    Besos.

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    1. La historia es real, Piruja. Da mucha pena ver a nuestros mayores así, nos necesitan mucho.
      Un abrazo

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  44. Hola Rita, y gracias a estas asociaciones y a la buena gente esta sociedad se mantiene erguida aunque dando cada vez mas tropezones.
    Un abrazo

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    1. ¡Y quién no da algún tropezón de vez en cuando! No hay nada ni nadie perfecto, pero por lo menos estas instituciones ponen buena intención.
      Un abrazo, Toni

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  45. No sabemos qué nos deparará el futuro y si mañana nos veremos en una situación similar, pero hoy mismo hay muchas Enriquetas que no tienen nadie que las visite. Enhorabuena por regalar tu tiempo con personas que necesitan un poco de compañía.
    Un abrazo.

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    1. Es una lástima. Estos enfermos necesitan muchísima atención, las 24 horas, y solo les hago un rato de compañía siempre que puedo. Ahora con el coronavirus han suspendido las visitas porque son personas de riesgo. Espero poder volver pronto.
      Un abrazo, Kirke

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  46. Es de dar especial reconocimiento a esa labor. Muy bien.

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    1. Muchas gracias, Alexander, por tu visita y comentario.
      Un saludo

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  47. Hola Rita, gran labor la que realiza la Cruz Roja en todas sus áreas, estar siempre ahí cuando se los necesitan, y el trabajo de los voluntarios es siempre de agradecer.
    Espero que estes bien, cuidate. Un cálido abrazo.

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  48. Hola Cristina, me alegro de verte por aquí. Muchas gracias por tu visita y comentario. Yo también espero que estés bien.
    Un abrazo

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