El apellido Montessori seguro que le suena a más de uno de los que pasan por aquí. Esta es la historia de una gran mujer.
Nació en Italia en 1870, en el seno de una familia burguesa católica. Su padre era militar de profesión, muy estricto. En aquella época a lo que más podía aspirar una mujer era a ser maestra. No obstante, a los catorce años, estudió ingeniería, y después fue admitida en la facultad de Medicina
( aunque su padre se opuso a ello). Posteriormente estudió Antropología y se doctoró en Filosofía.
Se interesó por las condiciones sociales, especialmente de las mujeres y los niños. Participó en varios congresos en los que expuso la importancia de la educación.
Durante dos años trabajó con niños considerados perturbados mentalmente. Se dio cuenta de que estos niños tenían capacidades que se podían desarrollar, y que merecían una vida mejor que la que se les ofrecía.
Elaboró la Pedagogía Científica partiendo de la observación y del método científico. Trabajó con niños rebeldes que no respondían a nada y poco a poco se fueron normalizando. Se volvieron amables, respetuosos, aprendían con interés y entusiasmo. En vez de imponerles normas arbitrarias y llenarles la cabeza de datos, les dejó libre el espíritu, tratándoles con dignidad e independencia, y cuando a los cinco años aprendieron a leer y escribir, el mundo se conmovió.
En 1926 se funda la Real Escuela del Método Montessori, y los centros de entrenamiento se multiplican por toda Italia y empiezan a aparecer en Alemania.
Y a partir de entonces decidió dedicar a los niños el resto de su vida. Observándolos se dió cuenta que el ser humano tiene necesidad de actividad, de realidad, de cultivar su inteligencia y personalidad...
Estudió trabajos de médicos y pedagogos importantes, llevándola a la conclusión de que en educación es primordial que el niño se sienta reconocido, respetado y ayudado.
Montessori rechaza la ayuda de Mussolini, y éste junto con Hitler, mandan cerrar todas las escuelas. María abandona Italia y se va a Barcelona a los 64 años, donde tiene que empezar de nuevo.
Cuando se inicia la Guerra Civil huye de Barcelona y se instala en Holanda donde vuelve a empezar de cero.
Al finalizar la II Guerra Mundial se abren más escuelas Montessori y se inicia el movimiento a nivel mundial. Recibe la Legión de Honor de Francia, la condecoración Honoris Causa de la Universidad de Amsterdam y es propuesta tres veces para el Nobel de la Paz.
Vivió y trabajó por y para sus convicciones de que el niño era un ser diferente y que había que ayudarlo a desarrollarse. Toda su vida se dedicó a estudiar, trabajar y difundir su filosofía.
Murió en Holanda, a los 81 años, poco antes de una planeada visita a África, invitada por el presidente de Ghana.
Y qué decir, que no se sepa, de nuestra gran aliada en la enseñanza? Cientos de veces he tenido que repetir la historia de que en sus días, hace 35 años, el Ministerio de Educación, MEC, nos envió lo que consideraban el material básico para las aulas de infantil, material Montessori.
ResponderEliminarDesde entonces, hasta hoy, sigue estando en los colegios, usado y sin estropearse.
Cuando los maestros-as jóvenes vienen con ideas que parecen novedosas y les cuentas que éso se hacía hace 35 años siguiendo el Método Montessori... alucinan.
Si es que la vida da muchas vueltas, y Montessori siempre estará presente en infantil.
Montessori es nuestra gran guía. y estarás de acuerdo conmigo que los maestros jóvenes tienen mucho que aprender de los que no lo somos tanto. Un abrazo.
ResponderEliminarQué gran mujer. Un beso
ResponderEliminarCuando tenía 16 años nos llevaron a visitar un centro de Educación Especial recién abierto en Jaén donde estudiaba. Dicho colegio seguía el método Montessori y nos pasaron a un habitación muy pequeñita tenia un sillón, frente a una pared tapada con una cortina, mi sorpresa fue el comprobar que tras esa cortina había un espejo y más sorpresa aún, cuando nos contaron que era para enseñar a los niños a reir. Aquello me marcó por muchos años.
ResponderEliminar¡Impresionante! Esta mujer estableció las bases de la pedagogía moderna. Muchas gracias por tu aportación. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre he tenido por la enseñanza gran devoción, la mayoría de los docentes son vocacionales. Esta singular mujer, quedó como ejemplo para la historia. Una entrada admirable y que invita a la reflexión.
ResponderEliminarGracias Rita por tus aportaciones tan interesantes.
Besos.
El primer colegio de mis dos hijas seguía el método Montessori y estaba en Puerto Rico, yo estaba encantada con esta enseñanza.Besicos
ResponderEliminarTodas las mujeres que han hecho algo por la humanidad se merecen un homenaje, esta no va a ser menos, por lo menos se lo hacemos los que te leemos.
ResponderEliminarUn besito.
Gracias ,abrazo.
ResponderEliminarCreo que la conocemos, pero si teníamos alguna laguna tu nos la has despejado, le debemos mucho y raro pero se le ha reconocido públicamente. Abrazucos
ResponderEliminarMe has hecho recordar aquella época en que como practicante de la enseñanza debíamos estudiar y aplicar dicho método
ResponderEliminarBesos Rita
Señorita Rita:
ResponderEliminarHermosa semblanza de Maria Montessori. Una de tantas grandes mujeres a las que les debemos tanto y pensar que solo por ser mujeres ya tenemos deuda con ellas.
Bonito post y bien merecido.
u
Un fuerte abrazo.
Extraordinaria mujer, su pedagogía aún sigue vigente.
ResponderEliminarMe encanta leer estas hitorias Pilar, muchas gracias!!
Un gran abrazo.
Interesante texto biográfico de María Montessori, que le dio un enfoque renovador a la educación. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSin duda, una gran mujer.
ResponderEliminarUn beso.
Una gran mujer que tuvo que luchar mucho en aquellos tiempos difíciles para la mujer.
ResponderEliminarUn abrazo.