Seguidores

domingo, 31 de marzo de 2019

TARDE DE DOMINGO



Las cuatro. Hora de arreglarme para salir. Había quedado con Carmen a las cinco. Me colocaba mi pantalón vaquero último modelo y la chaqueta de punto que me había hecho mi madre. Me peinaba un poco el pelo corto y revuelto, y ya está. De pinturas no era. Nunca lo he sido. Siempre me ha gustado llevar la cara al natural, tal cual es. Aunque reconozco que con un poquito de maquillaje se está mucho mejor, y más a una determinada edad. Pero en aquellos tiempos no era necesario taparse las arrugas, ni las imperfecciones del rostro, si acaso alguna que otra espinilla.

 Paseábamos Calle del Comercio arriba, Calle del Comercio abajo, buscando chicos que hicieran lo mismo y con los que entablar conversación y amistad. El sexo contrario ya nos atraía y suspirábamos por algún que otro mozuelo imberbe, que jugaba a ser hombre con el cigarrillo en la mano y unos cuantos duros en el bolsillo con los que pagarse un cubalibre que reafirmase su "hombría". Nosotras nos conformábamos con un pastelito de la confitería que había en Martín Carrero, o con alguna entrada para el Cine Imperial, atestado de muchachillos y muchachillas como nosotras que buscaban un rato de entretenimiento. Por un duro podías pasar la tarde viendo películas, el único inconveniente es que aquel no era el lugar más apropiado para encontrar relaciones con el sexo opuesto. Y por eso muy pronto cambiamos el cine por los guateques en donde nos montábamos la fiesta a nuestro aire y nadie nos molestaba. Se hacían en casa de alguien que tuviera lugar disponible, nos llevábamos el tocadiscos, adornábamos las paredes con pósters de músicos, entre todos pagábamos las bebidas y el tabaco, y pasábamos la tarde bailando, bebiendo y riendo. Salíamos enamoradas de este o aquel...¡y hasta la próxima semana!

Ya han pasado unos cuantos años de aquello. La espalda se me ha encorvado y la cara, ahora si, necesita de ese maquillaje que despreciaba antaño. Pero el recuerdo, por unos breves momentos, me hace volver a tener quince años  otra vez y disfrutar de la emoción de toda una vida delante por descubrir.

46 comentarios:

  1. Qué emotivo resulta recordar esos tiempos cuando aun no habíamos emprendido el camino adulto y de responsabilidades, tengo en una bolsa algunas fotografías de antaño, y reverlas me lleva también a esos años, un abrazo Rita!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, a veces asaltan esos recuerdos de antes y se reciben siempre con una sonrisa y cierta nostalgia. Un abrazo Mª Cristina

      Eliminar
  2. Que te quiten lo bailao... y lo que te queda por bailar. Cada edad tiene su encanto.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, Macondo. A cada edad lo suyo, y ahora también ocurren cosas buenas y divertidas, aunque con otros matices, claro. Un abrazo

      Eliminar
  3. ¿"Domindo"?... Lapsus o una forma de "domingos" desconocida hasta ahora :)))))

    Sí, así eran aquellos domingos de antaño, y no solo por nuestras edades, sino por las realidades y valores que imperaban.

    Abrazo Rita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un lapsus, ha sido un lapsus. ¡Estos dedos que a veces teclean donde les da la gana! Gracias, Ernesto. Ahora mismo lo pongo bien

      Eliminar
  4. Mis hermanos maores hacían guateques en casa. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Era una cosa frecuente en aquellos años. A los que éramos muy jovencitos todavía no nos dejaban pasar a las discotecas, de manera que teníamos que buscarnos la vida.
      Un abrazo, Susana.

      Eliminar
  5. Por aquí los llamábamos "asaltos", nos reuníamos chicas y chicos en una casa, llevando cada uno algo para comer y beber pasándola muy bien.¡Ahhhhh! y a casa tempranito...jejeej! Como dice Ernesto los valores y realidades eran otros.
    Besos Rita

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, si, a casa tempranito. Antes de las 10. Eso que estar toda la noche por ahí, ni hablar. ¡Cómo han cambiado los tiempos! Un abrazo, Norma.

      Eliminar
  6. Cuántos domingos como lo tuyos... y a las diez en casa con interrogatorio casi obligatorio. Dónde, cómo, con quién... me daba rabia. Prometí no hacerlo con mis hijas, darles un margen de confianza y así ha sido.
    Llevábamos discos y nada de alcohol. Los chicos cerveza.
    Buen domingo el de ahora, con rodillas doloridas y tumbada en el sofá.
    Un abrazo Rita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuestros hijos han vivido una infancia y una juventud muy diferente a la nuestra, pero yo fui muy feliz en la mía, me lo pasé muy bien.No teníamos tanta libertad como ahora pero buscábamos la manera de disfrutar, y lo hacíamos. ¿Los domingos de ahora? Pues los míos...ya ves...recordando otros tiempos y escribiéndolo en el blog. je,je. Un abrazo Airblue

      Eliminar
  7. Tu relato nos lleva a otro tiempo donde no había móviles ni siquiera discotecas, los bailes eran para mayores de edad que era a los 21 y las amistades surgían paseando por las calles de la ciudad.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno... discotecas donde yo vivía, si las había. Pero eran para mayores y el que quería pasar debía enseñar el DNI.¡Qué pasada!Total, por pasar a echar unos bailecitos, que no hacíamos otra cosa. Los menores teniamnos que buscarnos la vida por ahí, y así nacieron los guateques. Je,je. ¡Qué tiempos! Un abrazo, Matías.

      Eliminar
  8. Qué hermoso recordar aquellas tardes de paseo. Lo cierto es que coincido contigo en mucho, y sí, se siente que el tiempo ha pasado, pero... no importa, aquí estamos nosotros como testigos de ello.
    Un beso Rita :D

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que si, Margarita. El tiempo ha pasado, aquello no volverá más, pero lo de ahora también puede ser bueno y hay que disfrutar el momento. Siempre lo digo. La felicidad está en el presente. Un beso

      Eliminar
  9. Respuestas
    1. Fueron buenos tiempos, y de vez en cuando es agradable recordarlos. Un beso, Fiaris

      Eliminar
  10. Este escrito me ha recordado mi juventud pero yo si que me pintaba algo los ojos solamente algo que a mi madre no le agradaba.Hoy ya mayor ya no me los pinto ni uso ningún tipo de maquillaje desde hace muchos años pues también me gusta salir con la cara tal cual es.Besicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando éramos jovencitas nos gustaba pintarnos para parecer mayores, ahora como ya somos mayores no lo necesitamos, je,je. También pareciendo mayores nos dejaban entrar en las discotecas y la pintura era una estrategia que utilizábamos. Un abrazo, Charo.

      Eliminar
  11. Muy bonito, te leía con una sonrisa recordando esos momentos de adolescencia. Es lindo recordar estos momentos vividos con una sonrisa. Ahora lo de calle arriba, calle abajo con el móvil es más complicado.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me hace sonreír todo aquello, y más viendo cómo han cambiado las cosas. Antes nos arreglábamos perfectamente sin móvil y sin redes sociales para hacer amigos. Salías a la calle y siempre encontrabas a alguien. Pero todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Un abrazo, Conxita.

      Eliminar
  12. GRacias, Pilar, por compartir tus recuerdos. Precioso el dibujo, como siempre!!!
    Yo tuve unos 15 años muy diferentes a los tuyos, era un poco más deportista, jajajaj, me pasaba la vida en el frontón jugando al tenis y con la bici para acá y para allá. Siempre entre chicazos, como me llamaba mi madre, pero de pinturas... tampoco era, ni soy, jajajaja.

    Mil besos, corazón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo de deportes no era, ni soy. Tampoco de pinturas ( en la cara), de las otras si.
      ¡Eran otros tiempos! Besitos, Blanca.

      Eliminar
  13. Que bellos recuerdos nos has dejado , creo que algunos los he compartido contigo ..gracias por dejarnos un poquito de ellos .
    Un abrazo y una feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que habrás vivido cosas parecidas. Todos los que tenemos una cierta edad nos acordamos, aunque no sea todo exactamente igual. Un besito, Campirela

      Eliminar
  14. Gracias por tu hermoso relato que nos ha hecho viajar por el tiempo y recordar esa bella época. Me asombra coincidir con Blanca, también a los 15 me la pasaba en el frontón practicando tenis. Recuerdo además esas reuniones a las que hace mención Norma2 que llamábamos "asaltos" y por tu descripción eran iguales a tus guateques.
    Un gran abrazo y buen comienzo de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es curioso, Sandra, ver cómo a pesar de la distancia física, la juventud suele hacer las mismas cosas en todas partes. No se me había ocurrido que en Argentina se hacía lo mismo que aquí. Feliz semana también para tí. Un beso.

      Eliminar
  15. Yo me escapaba a un pueblo situado a 15 kilómetros donde había una discoteca con horario de tarde. Siempre ansiaba el momento de las lentas, para dejarme abrazar por el chico que me gustaba. Luego volvía a casa como si no hubiera salido del barrio.
    Gracias por hacerme recordar

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Lo tuyo si que era toda una aventura! Yo, a tanto no llegaba, pero si me acuerdo que en las discotecas ponían un rato de baile suelto y otro de lento. Yo, como era un poco cabra-loca, me gustaba más el suelto. Un besito, Alís

      Eliminar
  16. ¡Cómo pasa el tiempo!
    (me hace volver a tener quince años)
    Puede ser que escucharas en alguna ocasión:
    "Quince años tiene mi amor..."
    ¡Feliz Abril!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Claro que escuché la canción! Era del Dúo Dinámico. Yo no tenía 15 años todavía cuando sonaba. Era más niña, pero mi hermana, que si los tenía, yo creo que estaba enamorada de ellos porque tenía toda la pared de su habitación que compartíamos llena de fotos suyas. ¡Feliz Abril para tí también! Un abrazo, Matías.

      Eliminar
  17. Hola. Rita. Te devuelvo tu amable visita a mi blog "Retales de una vida" y me encuentro con una historia que muy bien podría hacerla mía. Todo lo que describes en ella lo viví, incluso el poder ir al cine por un duro, jeje.
    La nostalgia de la adolescencia y juventud es una poderosa fuente de inspiración.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Josep , por venir a visitarme. Es bonito recordar viejos tiempos entre amigos. ¡Bienvenido a mi casa!

      Eliminar
  18. Como se suele decir, y que nos quiten lo bailao...
    Los recuerdos es lo mejor que tenemos, mientras los tengamos, tendremos vida.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu visita y comentario, Elvis. ¡Bienvenido a mi casa! A partir de ahora ya podremos leernos...y si..¡qué nos quiten lo bailao!Feliz semana.

      Eliminar
  19. Es ideal tener recuerdos por que al final de nuestras vidas los recuerdos alimentan el alma.Un gran abrazo es un placer leerte siempre. Feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, Gladys es muy agradable recordar tiempos pasados con una sonrisa. Besos.

      Eliminar
  20. Me has trasportado a mis años mozos haciéndome vivir los paseos y guateques.
    Los dibujos los haces tú?, me gustan mucho.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recordar lo que fuimos e hicimos en tiempos pasados es bueno, nos hace sonreír con nostalgia. Los dibujos son míos, si. Me alegro que te gusten. Un beso Mari-Pi-R.

      Eliminar
  21. Qué bonito recordar esos tiempos tan fantásticos!!.
    Dulce nostalgia...
    Un beso.

    ResponderEliminar
  22. Muchas gracias, Amalia, por pasar por aquí. Un beso

    ResponderEliminar
  23. Que bello tu texto miles de abrazos

    ResponderEliminar
  24. Rita es bonito recordar la juventud pasada, mas ahora que cambio tanto
    y con maquillaje, o sin el, aprovecha cada momento, y alegrate de tener arrugas, son experiencias
    un abrazo

    ResponderEliminar
  25. ¡Hola Rita!
    Si bien no soy testigo vivencial de aquellos momentos,me recuerda mis tiempos de aprendiz de hombre. Momentos inolvidables, que no han de volver, pero que viven muy dentro de nosotros.
    Hermoso relato, que nos has hecho revivir con el, tantas cosas hermosas.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar